He aquí uno de los "cavas" que en los últimos tiempos ha dado que hablar en varios sitios bien conocidos. Por calidad, por precio adecuado, por producción limitada y muy cuidadosa, las Cavas Colet, en Pacs del Penedés, llaman la atención. Se trata de una empresa familiar de larga tradición (arranca en el siglo XVIII) que, animada en estos momentos por Josep y Sergi Colet, reverdece laureles y pasa de vender su uva a vinificarla. Su sistema es el tradicional y las uvas que usan para alguna otra de sus etiquetas (en la página web, encontraréis toda la información), también (macabeo, charelo y parellada). Para este assemblage, las uvas que convocan al festín de los sentidos son tan champañardas como la chardonnay (45%) y la pinot noir (55%). Además de esto, aunque no luzcan la etiqueta biológica, confiesan esa devoción por la tierra y ese respeto hacia los sistemas más tradicionales de cultivo de los viñedos. Es de destacar, en este espumoso, que una breve maceración pelicular del mosto de la pinot noir con sus hollejos, confiere al producto final (de 11,5%) un interesante tono rosado. Los Colet recomiendan servirlo a 6-7ºC, pero un servidor lo hizo a 9-10ºC y creo que sus matices aromáticos y su cremosidad se expresaron con mayor soltura que con más frío. En el tapón se estampa la fecha de degüelle: es muy recomendable consumirlo antes de los 18 meses siguientes a esa fecha.Presenta un atractivo, aunque no muy brillante, color rosado, a medio camino entre la piel de la cebolla de Figueres y el cobre. Su burbuja es delicada y fina y dibuja largas columnas, desde la base de la copa, hasta la superfície, donde se agrupa formando irregulares coronas. Sus primeros aromas son de flores blancas (tilo), aunque con cierta rapidez pasa a matices cítricos (piel de la mandarina), a hinojo y, sobre todo para mí, a frutillos rojos. En boca es donde, quizás más que en nariz, demuestra su vocación y su alma champagnoise: tiene un paso casi sedoso, nada agresivo en la burbuja y en el carbónico, cremoso. Destacó poderosamente, cuando lo caté, un posgusto, largo, algo amargoso, que se movió entre el fruto del granado y la cereza macerada.
Se trata de una opción muy atractiva de espumoso catalán rosado que compré por 14 euros en la tienda del barrio de la Ribera de Quim Vila.
Cereza BY woowoowoo

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