30 d’abril, 2007

Los vinos de Beppe Caviola


Es una buena noticia, para los amantes de los vinos italianos, que Enoteca d'Italia haya podido por fin ampliar su selección de vinos al Piemonte. Lo ha hecho por la puerta grande, vaya, pero eligiendo como siempre pequeñas bodegas, de grandes productores con mejores vinos. Es su "marca de la casa" y a mí me encanta, la verdad esta forma de trabajar: no se amparan tan sólo en los grandes nombres (aunque también los hay en la tienda), sino en la calidad. La calidad, por supuesto, entra a raudales con los vientos de los Alpes en la bendita tierra de Le Langhe del Barolo. En la foto (BY Murialdo), tenéis una perspectiva del lugar donde moran los lobos en la zona: Montelupo Albese (Cuneo).

En Montelupo Albese, convive con lobos y viñedos, uno de los grandes "flying winemakers" italianos, Beppe Caviola. Parte necesaria y a ratos imprescindible de alguno de los grandes vinos italianos del momento (entre ellos, mi preferido soave classico, el de Monte Fiorentine 2005 de Ca'Rugate: tre bichieri!), Beppe es hombre de terruño, de los de trabajo a pie de cepa, afable y amante de las cosas de la naturaleza (me cuentan Alberto y Leonardo, de l'Enoteca), que ha decidido asentarse también con sus propios vinos en la tierra de Le Langhe. Su pequeña bodega toma la forma habitual, también en Catalunya, de "casa de..." (Ca' Viola: La casa de los Viola) y ha empezado a producir vinos con algunas de las variedades de uva más características de la zona: dolceto d'alba, barbera d'alba, nebbiolo.

El otro día estuvimos haciendo una primera cata de estos vinos con Blanca, Alberto y Leo, tan sólo aproximada (pienso hablar de alguno de ellos con más calma dentro de poco). Mis sensaciones fueron muy buenas: el Ca' Viola dolcetto d'alba Barturot 2005 es un vino con la uva muy madura, con un bello perfume de violetas y un fondo agradablemente tostado. Acompañan aromas de ciruela pasa, aunque debe guardar bastante botella (en boca se presenta algo de raspón y el tanino corto). El Ca' Viola barbera d'alba Brichet 2005 fue el vino que encontré, ahora mismo, más en su punto: aromas de mora madura y dulzones de tabaco de pipa holandés, con unos taninos suaves y muy agradables en boca: ¡caerá pronto otra botella! El Ca' Viola Langhe rosso Bric du Luv 2004 ("bric du luv" es piemontés: "roca del lobo"!) es un vino que se puede comprar ahora, pero que necesita, también, más botella: aromas de cereza en alcohol, la vainilla de la madera y matalahúva, convierten a este vino, quizás, en el más interesante y a seguir en su evolución (lleva ya un porcentaje de nebbiolo, mientras que los otros dos son monovarietales). Salí contento: esta gente sabe trabajar bien y los vinos de Beppe Caviola (más los que sigan llegando, que lo harán) prometen buenos momentos de placer a los amantes del vino italiano en Barcelona y, pronto, en Madrid.

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