IBEROAMÉRICA EN CATA: EL DÍA DEL BLOG #1
Existe una variedad de uva en Catalunya a la que, en la comarca del Maresme (norte de Barcelona, antes de la Costa Brava) se denomina por el nombre de su capital: Mataró. La "mataró", en ampelonimia, es una de las variedades que más variantes fonéticas y nombres recibe, por supuesto no tantas como la tempranillo, pero casi: monastrell, alcayata, garrut, mourvedre, morastel, moristel, mounastèl, moristello, muristéddu, etc. Es un tipo de uva que se extiende por todo el Levante español, por el sur de Francia, por la cuenca mediterránea, desde Cerdeña hasta el norte de África. La razón es clara: ama el sol como pocas. Es una variedad de brotación tardía, ajena a los rigores de las heladas primaverales, de buena fertilidad y que necesita suelos calizos, bien drenados y de cierta profundidad. Es, pues, en todos los sentidos, una uva muy mediterránea.
El Dolç Mataró 2005 de la bodega Alta Alella (DO Alella) es un vino tinto dulce natural que se presenta en una bellísima botella de 50 cl, de alargado cuello y espaldas caídas. La "mataró" (monastrell) se deja sobremadurar en la planta pero se vendimia antes de que empiece su pasificación (agricultura ecológica). La maceración tiene lugar durante seis meses en depósitos de acero inoxidable, con remontes diarios. Tras un prensado de la pasta, el vino se afina durante dos meses en barricas de roble francés, se estabiliza y se embotella. Su grado es de 14,8% y sus azúcares residuales, de 180 g/l. Es ideal servirlo sobre los 9-10 ºC y para mí, sin duda alguna y por sus característcas en boca, es un acompañante ideal de los postres con chocolate, por una parte, y de los quesos azules y semicurados, por la otra. A los primeros, les ofrece un dulzor complementario; a los segundos, un contrapunto a la pasta punzante del queso; a ambos, un frescor y equilibrada acidez en boca.El vino es de capa media-alta y ofrece un bello color cárdeno subido. Integra, en un todo muy armónico y seductor, los aromas del "bouquet garni", de las violetas del bosque, de las olivas negras muertas y de las ciruelas pasas que maceran, en el pollo de Navidad, con otros frutos como el albaricoque, dentro de la panza del animal. En boca es un vino de taninos sedosos, de paso suave y elegante, de trago casi voluptuoso pero con un frescor y una acidez muy compensadas. En posgusto, bastante largo, asoman aromas de café torrefacto. En mi opinión, se trata de uno de los más innovadores y seductores vinos dulces tintos hechos en Catalunya en los últimos años, con una variedad local, por supuesto, y a un precio razonable (mi botella, en efecto, costó 15 euros).

Pétalos de violeta BY the cosmic cat
NOTA BENE: hoy hace un año empecé a escribir este cuaderno de comentarios sobre mis experiencias en el mundo del vino y de la gastronomía. No sé si tendré capacidad y tiempo para seguir haciéndolo con regularidad (¡las circunstancias de la vida cambian!) , pero os confieso que lo he pasado en grande durante este año. He conocido a un montón de gente interesante, he aprendido muchísimo de mis nuevos amigos enófilos y enólogos, aquí y por todo el mundo, he practicado una nueva forma de comunicarme y de explicar mis experiencias y, vaya, ha valido, muy de veras, la pena: ¡muchas gracias a todos por haberme aguantado!
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