Cuando mi pasión por el viñedo, por la cepa y el vino, por el ciclo de la naturaleza que, año tras año, se reencarna en la copa, se hizo "blog", no tenía la menor idea de por qué caminos acabaría transitando. Uní mis ganas de escribir sobre vinos y comidas con las de hacerlo para quien quisiera leerme y desde ese momento, un mundo fascinante de relaciones y de nuevas amistades ha abierto sus ventanas y ha llenado mi cuerpo y mi cabeza de sensaciones bondadosas.
Una de ellas sucedió la semana pasada: un primer encuentro con Ryan y Gabriella Opaz, de Catavino, junto con Eduardo J. Benito y Edgar Mendoza, de Vinus TV, que intuía más bien formal y de aproximación discreta, se acabó convirtiendo casi en una comida entre amigos. Bromas, chanzas, complicidades, mil comentarios sobre experiencias en comidas, vinos y zonas de España, de Portugal, de los EUA y de México, se fueron tejiendo en dos horas y media de conversación en la imprescindible La Teca. Delicioso pan con tomate, surtido de quesos, embutidos catalanes e ibéricos y la delirante coca del horno Vilamala, sirvieron casi de atrezzo para lo que se convirtió en auténtico protagonista del encuentro, el vino.
Gabriella y yo elegimos un Clos Dominic vinyes baixes 2004 de la DOQ Priorat, que distribuye Vila Viniteca. La bodega (Celler F. Castillo, en Porrera), familiar y gestionada por Paco y Dominic, tiene también un blog donde encontraréis la información básica. Dejadme que me concentre en el vino, por favor: poderosa concentración de color, cárdeno brillante con una lágrima que acompaña pero no tiñe la copa. Cereza madura, compota de frutos negros en que destaca la grosella, impacto olfativo de aromas de la garnacha madura y de la fermentación. Taninos muy redondos, sabrosos, largos, muy largos, para un trago sedoso, amable y rico. Aires de hogar, intensidad sin contundencia, delicadeza, pimienta roja y café torrefacto. Mucha fruta que no decae con el tiempo, se mantiene y sigue por horas. Me viene a la cabeza la vendimia, el grano de garnacha madura que tomas, que estrujas, que comes directamente de la cepa, que hueles en tu mano y en el paladar. Esa sensación de plenitud, de riqueza, de aromas y sabores que te ofrece la fruta en sazón: así es este vino (ahora mismo en un momento óptimo).La foto de la etiqueta, indicada por Dominic, procede de Foliowine, su importador norteamericano.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada