19 d’agost, 2008

Elogio de la sencillez


Puede que mis amigos en Mallorca me maten cuando publique esto, pero así es como lo veo, así es como lo siento. Quien se queda con el turismo de masas, quien se fija tan sólo en Ca’n Pastilla, Ca’n Picafort o s’Arenal, quien piensa que Mallorca es sólo uno más de los Länder alemanes donde se come mal o peor, se equivoca y mucho. Mallorca, vista desde el centro de la isla, sigue siendo un paraíso, puede que ignorado y desconocido, pero paraíso al fin y al cabo. A mí me gusta pasear por las carreteras pequeñas y ver cómo las gallinas deambulan a sus anchas. A mí me gusta ver que hay payeses cuyo medio de transporte habitual sigue siendo un carro tirado por el asno. A mí me gusta el amor y respeto que aquí se siente por los animales y, sobre todo, por los perros y los gatos. A mí me gusta, aunque no me toque y pase por el guiri de turno, que en la panadería los clientes sean atendidos por su nombre. A mí me gusta que en las fiestas de guardar la gente lleve L pNdería su lechón para que se lo doren bien doradito. A mí me gusta que sigan existiendo (no diré dónde en público) un montón de calas y calitas vírgenes y pensar que muchos de los paisajes de interior y de costa que pasan ante mis ojos podrían haber sido vistos por Eneas si hubiera llegado hasta aquí. A mí me gustan mucho las islas grandes (Sicilia, Cerdeña) y, entre ellas, por supuesto, Mallorca. No sé cuanto durará, pero mientras siga siendo así, aquí intentaré que me encontréis de vez en cuando.

Mallorca significa sencillez y amor por las cosas del campo de toda la vida. Mallorca significa, en verano, cocinar poco tú y que te cocinen mucho los demás. Mallorca son sus mercados (no hay que perderse Sineu los miércoles y Santanyí los sábados), sus vegetales, su trempó, su tumbet. Mallorca es una deliciosa, sabrosa, ensalada de garbanzos alegrada con “tomàtiga de pera” (de los mejores tomates que conozco), aceitunas rotas mallorquinas, aceite de la isla y un poco de romero recién cogido ante tu casa.


Mallorca, por supuesto, es disfrutar de sus vinos (qué pena me dan los que se emperran, en un restaurante del interior de la isla, en darse a cualquier blanco de la Península, cuando hay tantas cosas interesantes por conocer en las DO de aquí): Mallorca es tomarte una “panada” de pescado, siempre bastante o muy picante, con un buen Son Caló blanc 2007 (monovarietal de prensal blanc, o moll por aquí, fermentado a temperatura controlada en inoxidable) de Miquel Oliver (la bodega de referencia del interior de la isla, de la DO Pla i Llevant, en Petra), más vivo y con un carbónico algo más presente que el del año pasado, de un color amarillo pálido, aires de manzana mallorquina recién cogida (algo verde) y un poco de pera herculina. Fresco, muy seco y de trago muy agradable: Miquel Oliver, por vivir en Sineu este año, es mi bodega de referencia y cada vez que paso por su viña de Ses Ferritges me digo “me quedo y me alquilo para empezar aquí la vendimia”, qué maravilla de plantación…

Y como ya sabéis, a mí me gusta todo lo que en Mallorca se hace con harina: su extraordinario pan (podría, casi, vivir de “pa amb oli”), sus panades y cocarrois, sus burballes “arrissades” (pasta como la italiana pero muy liviana), sus galletas marineras con aceite y, por supuesto y tanto para desayunar los días de fiesta como para postre inexcusable con los amigos, sus ensaimadas. “Llisa” (sin nada), de crema (quemada o no), de cabello de ángel y, la que más este año, la de albaricoque. Creo que es lo mejor que hace la pastelería de mi pueblo, Sineu (Forn i pastisseria Torelló, sa plaça, n.3, telf. 971520842): las pequeñas, como la de la foto, con almibar. Las de ¼ y medio, con azúcar glaseado: extraordinario contraste entre la suavidad de la ensaimada, la textura del saïm y la fortaleza de la carne del albaricoque. Cosas, todas las que os cuento, sencillas, cosas de toda la vida, sabores, costumbres y paisajes milenarios del Mediterráneo, que parecen haber sido olvidados en tantos lugares. En Mallorca, aunque muchas veces lo parezca, no. Por eso me gusta estar aquí y por eso os invito a conocerlo. Desde dentro y con la pasión del que descubre las cosas por primera vez.

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