14 de gener, 2009

Simon Bize "Les Marconnets" 2001


Este es uno de aquellos vinos que merece una entrada para él solo, sin más adornos. El Domaine Simon Bize et Fils se encuentra en Savigny-Lès-Beaune, pueblo de la Côte d'Or que atesora una buena mezcla de vinos Prémier cru, Villages y genéricos Bourgogne. Se encuentra al noroeste de Beaune y uno de los más reputados viñedos trabajados por Patrick Bize (actual propietario, hijo, nieto y bisnieto de Simon) es el 1er cru de Les Marconnets, con orientación sur. Son 0,6 Ha de suelo pedregoso y poco fértil, que aporta una tanicidad y mineralidad importantes al vino. Sobrevino describió la producción de 2006, así como su emocionante visita, y confirma, con la complicidad de los hacedores del vino (Patrick Bize y su segundo en la bodega, Guillaume Bott), que este 1er cru necesita años para afinar sus taninos y mostrar el mejor perfil de la extraordinaria pinot noir que se encuentra en sus raíces. Son cepas plantadas en guyot en 1973, que están alcanzando ahora mismo su mejor momento de madurez. La producción se controla mucho y la vinificación es, siempre aunque en porcentajes que varían según la madurez de cada cosecha, con raspón. Depósitos vitrocerámicos, fermentaciones en abierto, sobre los veinte días de maceración y un uso de la madera nueva que nunca supera el 50% de lo vinificado. En 2001 (dato clave para comprender este vino, que me dió Julien, de La Part dels Àngels, auténtico ángel custodio de quienes amamos los vinos franceses, sobre todo borgoñones, en Barcelona y en España), Bize usó el 70% del raspón para la vinificación de su Les Marconnets. 12,5%, botella abierta sobre los 3/4 de hora antes de su consumo (creo que no hace falta decantación) y 16ºC para su servicio, con copas específicas para pinot noir o Soft de Mikasa. Yo usé estas últimas porque le dan un algo más de ventilación que le va de primera a este tipo de vinos.

Capa media, casi baja, con el color de la teja algo oxidada, años de intemperie, tierras del norte de Francia, lluvia, tierra ferruginosa, humedad. Primeros aromas de pámpanos y vegetación profusa, hollejos, piel y pulpa de la uva madura estrujada y reposada en tu mano. Café, violetas, sutileza sin complejo alguno. Finos aires de campo. Taninos justos, pequeños casi, austeros. Sigue oliendo muy auténtico, a hollejos y a raspa, a uva madura y a grosella negra madura, a ciruelas pasas. Madurez. Tiene, casi, un punto dulce este vino, de plenitud. El reposo bien merecido y el trabajo de la botella ofrecen, a primeros de 2009, un momento maduro para el consumo. Sin duda, unos pocos años más de botella no harán otra cosa que desarrollar la sutileza y finura de este gran borgoña. Julien se lamentaba un poco de que los amantes del vino de aquí tienen poca sintonía con este tipo de vinificaciones de la pinot noir. Atreveos con los vinos de Patrick Bize y os aseguro que no os arrepentiréis. "Sólo" hay que acertar el momento adecuado para su disfrute (casi nada): para "Les Marconnets" de Bize ha llegado ya y aquí se quedará unos cuantos años...

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