La isla de Pantelleria ha sido y es tristemente famosa: lugar de horroroso destierro en la Antigüedad, es hoy puerto de desembarco forzoso de gente africana en busca de un mundo mejor...Pertenece a la provincia siciliana de Trapani pero está más cerca de la Sidi Bou Saïd tunecina que de la isla grande. Es Mediterráneo en pura esencia: tierra volcánica, verde y áspera a la vez, según la costa, sol, Venus a raudales, sal, agua de mar, puro cristal. Me apetece tomármela de vez en cuando en una copa y para eso no hay como un vino de pasas de la isla (DOC Passito di Pantelleria). La moscatel de Alejandría se llama también zibibbo en Italia y no sería descabellado que la palabra proceda del áraba "zabib", que significa "uva pasa". En efecto, en la isla la moscatel se recoge a mediados de agosto (¡no toda, ahí está el truco, sólo la cantidad a pasificar!), se preparan estas enormes extensiones de cañizo y la uva pasifica al sol durante 20-30 días.
En septiembre, se recoge el resto de la uva y, fresca, se prensa según el procedimiento habitual. El mosto de la uva pasa y el de la uva recién vendimiada se unen y, tras convertirse en vino (sobre 14,5% de alcohol), pasa a tinas de madera durante cuatro meses. Otros seis de botella (en el caso de este Ben Ryé 2006) y el vino ya está listo para el comercio. A mí me apetece tomarlo no muy frío, sobre los 12-13ºC. Ahí muestra todo su potencial el passito di Pantelleria, entre el mejor frescor de la moscatel vinificada en seco y la enorme sapidez y concentración de la pasa. Le define, en mi opinión, el sirope de naranja. Ése es su color, sin duda, y ése es uno de sus rasgos: frescor de la piel de la naranja rallada, concentración de la amable naranja en azúcar. Los frutos secos, nueces y avellanas, también están en ese "paisaje", como el pan de higos, el aroma de las uvas pasas de nuestro mar y un leve recuerdo de hierbas (orégano) y orejones de albaricoque. Es un vino denso, lento, de beber pausado y largo retorno. Por supuesto, se puede tomar solo a cualquier hora, pero unos postres con chocolate y harina le sientan muy bien: nosotros lo tomamos con una "cristina" (la mona clásica catalana, con sus huevos duros y de chocolate) y estuvo el vino a gran altura. Lo compré por 28 euros en Milesim (en internet, servicio rápido y muy eficaz), botella pequeña, gran placer.La foto de los cañizos de Pantelleria es de Claudio Cammarata. La de la botella es de la bodega (by Donnafugata).
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