06 d’agost, 2009

Hoy me siento feliz



Son ya un par de días en mi isla madre (alma insula, vamos) y me apetece escribir unas notas, casi al hilo de la improvisación. Como salió en un comentario que cruzamos con Jose, uno de mis objetivos este año es el de proponer algunos restaurantes / bares / tugurios al mejor estilo Poulidor. ¿Que qué es un restaurante Poulidor? Si alguien, a estas alturas, se hace la pregunta, es que no ha pasado todavía por el blog de una cofradía de muy avisados comedores, de sabios y abiertos bebedores, de espíritu casi goliardo, inquietos visitadores de cuanto se mueva en la gastronomía del mundo entero. Por supuesto, me refiero a los Amigos de Ligasalsas y a su imprescindible artículo sobre aquellos restaurantes que parecen quedar siempre a un paso de la gloria y del gran reconocimiento, pero que gozan del cariño y del favor del entendido público, mayormente local.

Mallorca está lleno de restaurantes Poulidor, casi diría que són más estos que los Anquetil, porque aquí la turistada y el papanatismo dura lo que dura (dos meses y medio), pero la gente es amante del buen comer durante todo el año. En la costa norte de la isla, entre la terrible urbanización de Son Serra de Marina y la Colonia de San Pere, se planta una de las mayores playas vírgenes: Sa Canova. Entre las montañas de la bahía de Alcudia y las de la península de Artà, Sa Canova ofrece un entorno sin construcción alguna, con lirios cerca del mar, torrentes naturales y pinos y sotobosque. Una maravilla sobre todo con el sol de la tarde, a la que se puede entrar, sin más, por el restaurante bar El Lago (telf. 971854081). Ni caso del nombre y del ambiente. Uno se sienta con unas vistas a los montes de Artà y al mar que habrían quitado el hipo a Polifemo. Uno pide una exquisita ensalada, con esa cebolla mallorquina tan blanca y dulce...Uno se deja aconsejar sobre todo aquello que ayer pendoneaba por este estrecho mar y, como fue nuestro caso, uno acaba con un gallo de San Pedro, fresco, tan fresco y de carnes tan prietas, que casi se nos saltaban los lagrimones a mi santa y a mí. No quedó ni para "es moix" (el gato), como muestra la foto central.

Acompañó de primera (foto de la izquierda) un vino muy especial de Son Prim: su Blanc de Merlot 2008. Se trata de una pequeña bodega de Sencelles que embotella este "blanc de noir" como VT de Mallorca, con un ligerísimo prensado de la merlot que evita casi por completo el contacto de los hollejos con el mosto. No tiene más que inox y una graduación de 14%, para un vino que alcanza, en 2008 (los años anteriors no me llevé más que disgustos con él), un buen nivel: tiene el color del nácar, un cuerpo de gran entereza, casi seco y astringente y unos aromas del fruto del madroño y de la guinda en alcohol notables. Para un pescado con tanta presencia como el gallo de San Pedro, el vino casó de maravilla. Un gató hecho en casa y un gran helado de almendra cerraron la bienvenida a la playa de Sa Canova desde este restaurante mallorquín, Pou-Pou donde los haya: 22 euros por cabeza. No digo más. Hoy he hecho otros dos descubrimientos que me han hecho feliz: en Sineu acaba de abrir una tienda especializada en vinos de Mallorca: Can Parrita. Vins de la terra (Plaça de l'Església, n.9. Telf. 686005624). Su publicidad es Mallorca en esencia pura. Reza "abierto todos los días (excepto jueves, domingos y sábados por la tarde)". Me va a dar largas horas de placer, sin duda., alguna de las cuales pienso contaros También he conocido a un "ca rater" (perro autóctono mallorquín, especialista en la caza de ratones) que atiende por "Ramón". Mañana (hoy para el lector) es luna llena...


La foto de este ca rater de magnífica estampa procede de la web de Club de caza.

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