05 de novembre, 2012

Mas Doix 2006: ¡1000 entradas!

Sortida de sol sobre el Priorat BY Rafael López-Monné
Hace ya tiempo que llegué al Priorat. Han pasado los años y sé que moriré de esta vida con su paisaje, su luz, sus olores, sus cepas y sus vinos en mis venas, cuerpo y cerebro empapados de una tierra que no me pertenece, en la que no he nacido, pero que siento mía. Allí no tengo nada y lo tengo todo: amigos con su casa y sus viñedos, amigos que hacen vino, amigos que cultivan la tierra, amigos que la pisan y pasean, amigos que han tenido hijos allí, amigos que capturan su esencia. Qué más da si es en el trabajo silencioso del día a día en la viña, o en la penumbra de la bodega haciendo crecer a los vinos, o yendo a por leña para alumbrar el fuego del hogar, o haciendo fotos, o mirando y recordando todo. Qué más da: todos compartimos un lugar y un espíritu que van más allá de este espacio y de este tiempo y que nos unen al hilo de lo que es porque siempre ha sido y siempre será. Quien no entienda esto, que mire cómo nace el sol sobre el Priorat desde la Serra Major del Montsant y sabrá qué es el círculo de la vida y de la muerte, qué la inmortalidad. Con poco basta: el trabajo bien hecho en el viñedo, el curso de las estaciones sobre las cepas, una vendimia alocada, una fermentación vivificadora y un silencio cartujano, que pulirá el vino. Una buena copa, el cielo y el aire de la comarca sobre tu cabeza, al fondo la protección iluminadora del Montsant y aquel trago que penetra todos los sentidos, que se pega a los sentimientos y se aposenta en las entrañas para murmurarte: "estás en tu tierra, ¿la notas, la vives? No pierdas el tiempo, que tus pies atraviesen zapatos y suelo y encuentren las mismas raíces de las que nace el vino que amas. Y después, ¡crece hacia el cielo!"

Este cuaderno de notas nació así, hace ahora seis años y cinco meses. "A la vinya", en la viña, donde más a gusto me siento cuando estoy en en Priorat o en cualquier otra tierra que se deje saborear en una botella de vino. Volvíamos de Poboleda con mi amigo Valentí Llagostera (uno de los propietarios de Mas Doix). Hacía ya dos años que me había implicado a fondo en su bodega (aunque no mediara papel alguno) y en la de mi otro amigo, Albert Pasanau (Celler Pasanau, en la Morera de Montsant). Desde el 2004, las familias habían vendimiado juntas, abuelos, padres e hijos, amigos y profesionales. Ese junio volvíamos de una cata de Mas Doix en la bodega y antes de coger la autovía, Valentí me preguntó: "y tú, ¿por qué no escribes un blog? Te gusta mucho el mundo del vino, catas, estudias, aprendes; y te gusta mucho el mundo de la literatura, y escribir. ¿Por qué no haces un blog de vinos?" Me quedé pasmado (aunque no del todo...¡conducía yo!) y pregunté: "¿qué es un blog?" Jamás había visto ni leído uno y no sabía ni cómo empezar. Miré por ahí. El primero, dicho con todo el cariño  de la amistad vieja y sincera, el de Josep Monserrat Torrents que, más que dialogar en abierto y con todo el mundo sobre sus temas, monologaba con contundencia. Decidí acogerme a la literatura que, en este país, ha nacido de algún gran periodista. Yo no lo soy pero pensé que podría afilar herramientas de cronista. Y me puse a seguir la huella de los grandes que fueron (y todavía disfrutamos), Camba, Pla, Luján, Montalbán...Ellos, ahora, están en el Olimpo y yo, aquí en la tierra, lucho con el barro de las palabras y el sentimiento líquido de los vinos para intentar construir algo sólido.
Equip de verema el 26 setembre 2006No sé si lo estoy consiguiendo, pero en el intento lo he pasado bien y, a ratos, muy bien. El cuaderno me ha abierto las puertas de muchas amistades, de viajes y encuentros, de tierras y vinos que desconocía por completo. Y me ha hecho entender el por qué de esta pasión mía por la viña y su paisaje, por la cepa y su uva, por el viticultor y su vino. No es poco..."Roda el món i torna al Born", decimos en Barcelona. Seis años y cinco meses después, con 1000 posts en el zurrón, más de setecientas mil visualizaciones de página y más de once mil comentarios publicados y contestados, vuelvo a los orígenes del cuaderno, bajo el Montsant, a Poboleda y a Mas Doix, cosecha de 2006. Tuvimos un septiembre lluvioso, mucho más que en 2004 y más que en 2005. La diferencia de temperatura entre el día y la noche fue menor, sobre todo en las máximas: fueron más bajas y las mínimas se acercaron más. Veníamos de un 2005 en que las cepas no habían sufrido mucho (más lo hicieron en el 2004 y en el 2003)  y la fruta había madurado bien. 2006 fue un buen año y la fruta pasó su calor en mayo y junio (con grandes diferencias térmicas) y encontró su alternancia en septiembre. Llovió buena agua aquel septiembre, sin hacer daño, y cuando vendimiamos la uva que, ahora, reposa en las botellas de Mas Doix 2006, alternamos días de fresco y lluvia con otros de sol y fresco y unos pocos más de gran calor. La uva entró en la bodega entre el 23 y el 26 de septiembre, fresca, sana, habiendo madurado sin prisa ni presión.

"Costers" de viñedos muy viejos, con un promedio de 90 años, un 48% de garnacha tinta, un 50% de carinyena y un 2% de merlot. Mesa de selección, raspón fuera, fermentación en acero a temperatura controlada, sombrero y "deléstage", maceración de casi 5 semanas y envejecimiento en barricas nuevas de roble francés de varias marcas e intensidades de tostado, durante 16 meses. 15%. Conviene beberlo sobre los 15ºC y abrir la botella (yo no decanto los Mas Doix) por lo menos media hora antes de empezar a probar. Profundidad, pizarra, tierra oscura, grafito. Buqué "garni". Es un vino con cuerpo y textura, pero de aromas tímidos. La añada habla sin prisas. La madera tiene todavía un largo recorrido en botella. Boletus, seta en el bosque húmedo. Cereza madura. Es un vino austero y fresco, un vino de umbría. Tinta azul. Ácido y vivo. Un poco de romero al final, laurel y cassis. Uno de esos vinos que ha sabido captar el espíritu de la añada: aquel virgiliano frigus captabis opacum, "encontrarás el fresco lejos de la luz". No existe un Priorat, sino muchos. Y éste es uno de los grandes representantes de su corazón, de su núcleo geográfico e histórico, del Priorat de raíces más profundas.
Poboleda BY Rafael López-MonnéEste post número 1000 no hubiera sido posible sin la generosidad de Rafael López-Monné, que me ha permitido utilizar sus fotografías "Sortida de sol sobre el Priorat" y "Poboleda": su trabajo es tan cercano a la visión del ojo humano...; tampoco sin la complicidad de Valentí Llagostera: él me obsequió la botella de Mas Doix 2006 cuando le expliqué sobre qué quería escribir el post. La foto central es suya y muestra al grupo que vendimió el "coster de les Salanques" el 26 de septiembre de 2006. ¡Qué buena pinta, eh? ¡Pues fue un día bien duro! Esto es lo que tiene el trabajo con el vino y el viñedo: amistad, complicidad, compañerismo, sentimiento de pertenencia a una tierra y a su historia y personas. Por eso seguimos. Hay cosas que forman parte de nuestra cultura y civilización y no van a cambiar con los años y los siglos. Desde Homero, aquí estamos y aquí seguiremos. Aquí seguirán. Gracias por estar ahí, ¡salud y buenos vinos para todos!

1 comentari:

  1. Muchas gracias a ti, CT! Con tu permiso, te contesto mañana con calma. Ando ahora entre viñedos y no es muy cómodo el teclado... Hasta mañana! Joan

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Kagami y Rita

Escribo este texto el domingo 12 de mayo de 2019. No sé cuándo lo publicaré (al final, ha sido el 8 de diciembre de 2025, sic) pero quiero d...