Aunque el Fòrum Gastronòmic 2009 de Girona (en la foto, by felber) no acaba hasta el miércoles 25 de febrero, la parte dedicada al público en general, finalizó ya. No quiero dejar pasar la ocasión de escribir unas pocas opiniones, casi al vuelo. Perdonad el tono impresionista, pero me apetece hacerlo así. El FG'09 es algo vivo, muy vivo. Me ha gustado mucho lo que he visto. Transmite pasión y ganas de compartir alrededor de la comida, de la cocina, de sus artilugios y de los vinos y condimentos de toda raza y condición. El FG'09 es como la ciudad que lo alberga y el territorio que la rodea: se vive el hecho gastronómico con pasión e intensidad, en las casas, en el mercado, en el día a día, en los restaurantes. Sería un error pensar que el FG'09 lo hacen sólo los que viven en Girona, porque ha sido una bendición ver gente de todas partes. Pero no es menos cierto que la ciudad y su entorno transmiten un carácter a través del placer y el conocimiento gastronómicos que hay que vivir y conocer. La mejor cosa que me pasó, pues, fue pasear por las instalaciones en La Devesa (en la foto inferior, by insomnia) y ver cómo la gente se lo pasaba en grande conociendo, asistiendo a catas, talleres, presentaciones y mil etc., degustando, comiendo o merendando, desayunando y probando: una gran celebración popular alrededor del buen comer y beber.
La segunda fue, sin duda, la sesión en que tuve la suerte de participar. La crónica completa la hará Manuel Gago, pero también quiero decir algo sobre este II Encuentro de blogueros gastronómicos. Aunque habitemos en la blogosfera y nos comuniquemos en la distancia, poner caras a la gente, voces a la escritura y charlas a los posts, fue muy agradable. De mi "gremio" (mucho más decantado hacia los vinos que hacia lo esencialmente gastronómico), no había mucha gente en la sala, pero creo que entre Manuel (quien hizo una completa y vibrante presentación de qué es hoy la comunicación a través de los blogs), el gran Roberto González (que nos conquistó a todos con su hacer y su saber estar) y un servidor (que estuvo demasiado académico y pelmazo, sin duda, pero que fue aguantado con estoicismo por el respetable), trazamos el panorama, a partir de nuestra experiencia cotidiana: cómo son hoy los blogs gastronómicos, cómo nos ve el entorno y cómo podemos avanzar hacia el futuro. Expliqué mi experiencia; propuse mi preocupación por la compaginación entre texto e imagen en el blog; hablé del tiempo de lectura medio de quienes se acercan aquí y de cómo esto condiciona un poco todo el contenido; me detuve en los detalles del para qué escribo el blog (olvídense de los ingresos por publicidad o de una eventual promoción profesional: concéntrese en pasarlo lo mejor posible en y con el blog, y en transmitir ese goce) y terminé en "¿hasta cuándo va a durar esto?": el tiempo, que todo lo puede, se comerá al blog, por supuesto y aunque Roberto vaticinó que lo que ahora está, permanecerá, que nadie se engañe. El secreto de un blog es el tiempo que uno tiene para él, para leer a sus enlaces de cabecera, para reaccionar a las cosas que conoce, para documentar aquello que va a escribir, para beber, conocer y transmitir...tiempo es la palabra de futuro.Entre las idas y venidas a la sala, tuve tiempo de probar algunas cosas, pero eso quizás sea ya tema para otra entrada...aunque, qué caramba, tampoco me resisto, que ya no tengo edad: no me gustó nada el malestar de Carlos Esteva, de Can Ràfols dels Caus, un bodeguero que ha sabido construir un "catálogo" de vinos impresionante (entre mis preferidos de todos los tiempos, su Rocallís, su La Calma, su Ad Fines, su Parisad: y muy atentos a su nueva marca en el Empordà porque su vino sin madera es una auténtica perla) en 30 años de trabajo, que se quejaba de lo que le cuesta ahora mismo explicar y vender sus vinos. No me gustó la serie más o menos completa, que cataba por primera vez, de Habla (nn.2, 4 y 5), muy efectista en nariz, pero muy tocada por la madera, plana y pesada en boca. Por supuesto, les daré una segunda oportunidad. Y, ya para acabar, me subyugó por completo el Finca Garbet 2004, de Perelada (60% CS, 40% syrah), una maravilla de balsámicos, de eucalipto, de frescor en nariz y de poderío y mediterraneidad en boca, que me recordó mucho al Penfolds Grange último que he probado (1999). Qué pena que su precio sea el que es...
Postscriptum: Manuel ha colgado hoy mismo un pdf con el contenido de su presentación. Es una buena ocasión de aperitivo al II Encuentro de Bloggers Gastronómicos para quienes no pudieron estar en Girona.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Be patient, my friend!