
Fijaos en la foto y ved cómo se define Mark Angeli, "paysan". Me gusta eso. Leo en mi diccionario de francés de toda la vida, menudo pozo de sabiduría, "Le petit Robert de la langue française", "Homme, femme, vivant à la campagne et s'occupant des travaux des champs". No pocos compañeros y amigos han hablado en la red de su
personalidad, de sus viñedos, de su forma tajante ("impérativement" es su adverbio preferido) de trabajar, biodinámica (él la llama "ancestral"), con el único objetivo de dar a sus vinos la calidad por encima de todo. Polizonte en Anjou (se llama a sí mismo), su Vieilles Vignes de Blandéries, un chenin blanc en pureza, es una muestra de hasta qué punto llega la simbiosis de un "paysan" con su entorno. Un vino, este 2002 (14%), que ha empezado a dejar ya la densidad y frescura de la chenin más grasa y opulenta de Angeli, para adentrarse en los caminos de la finura y los mil aromas en nariz, y de la sequedad y la mineralidad en boca (camino del perfil de Fouchardes, vamos). Del color de la miel de sotobosque, tiene ese aire de combinación que aporta a los guisos el "bouquet garni" (tomillo, laurel), huele a lavanda, a restos de la miel en el aire. Hace pensar, aunque no quieras, por su complejidad, por su color, por la evolución de la botella abierta y conservada durante unos días: crece en sequedad, en mineralidad (hierro algo oxidado) y, al mismo tiempo, vuelve ese frescor que uno creía ya perdido (jabón de Marsella). Un vino al que hay que dar aire, tiempo, buena temperatura (no frío, fresco) y paciencia. Mark Angeli, "paysan polisson en Anjou", es un patrimonio para los amantes del buen vino. Conoce los secretos de su tierra y de las cepas que crecen en ella. Impagable la anécdota, que cuenta el mismo, de su "Rosé d'un Jour", nacido casi por azar: "se lo di a probar a un vecino de 88 años y me dijo, 'Ah, sí, ya recuerdo...este vino se hacía por aquí antes de la Guerra'". Casi da igual el precio o el lugar. Si encontráis vinos de Angeli, comprad y probad. Entenderéis el por qué de la grandeza de la tradición de Francia. Hace muchos, muchos años que saben qué hacen, dónde lo hacen, con qué y cómo lo hacen. Por lo demás, no sé por qué pero últimamente me topo con un montón de botellas interesantes de Angeli...Mi posgrado con sus vinos sigue viento en popa y ¡promete no parar!
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