Es la niña de los ojos de Dominique Roujou de Boubée (el consultor enológico de la bodega y padre de la criatura) y el vino es tratado como a tal, con una idea de fondo que salta, a la vista y al paladar, al instante (desde la primera botella que bebí, 2007, hasta este actual 2010): estamos haciendo un vino fino con una de las castas más emblemáticas y de mayor calidad del interior de Galicia (bastardo = merenzao, Ribeira Sacra y Monterrei), que tiene que transmitir lo mejor de la uva y de la zona: momentos de frescura, otros de calidez, suave tensión, intenso aroma y sabor en boca (tanino tan suave y dócil como persistente) pero con un trago largo y accesible, ágil y, casi, atlántico (pero de más al norte, del Loire o Cahors...). Un vino con 13,6% y una acidez elevada en tartárico (5,2): el uno equilibra a la perfección a la otra y aunque Capricho de Merenzao 2010 sea un vino que vivirá bastantes años y evolucionará hacia una complejidad mayor, está ya ahora mismo, en una fase de espléndida juventud. Solo fermenta el mosto flor (nada de prensa), se combinan maderas viejas (60%) y acero durante 10 meses (también para la maloláctica) y el vino reposa en botella diez meses, antes de salir al mercado. 2.814 botellas a 24€ aprox.
Me gusta beber este tipo de vino algo fresquito, sobre los 14-15ºC, y aunque aconsejan decantarlo, yo no lo hago. Abro la botella un buen rato antes del consumo y que la cosa siga su curso sin mayores sobresaltos. Es así este vino: fino y tranquilo, sugerente pero reposado, habla en susurros. De un hermoso, muy hermoso, color entre el zumo del granado y el rubí, gusta de entrada por su suave extracción y por sus aires de especia (pimienta roja) y de fruta (grosella roja). Con el tiempo, se amplian los aromas, y la fruta roja se concentra en frambuesa ácida, algo más madura, y en algo de vegetal (ciprés). Tiene una frescura contagiosa y una finura persistente. Se me antoja un vino camaleónico en la mesa: para muchos entrantes (pastas, ensaladas que combinen productos del mar y de la huerta); para cualquier pescado de cierta entidad y sabores intensos (lo tomamos con una dorada salvaje, hecha solo con aceite, sal, limón y ajedrea: deliciosa combinación); y para carnes rojas, por supuesto. Asoma, en su posgusto y con más aire, un punto salino muy notable: fósil de concha marina, calcáreo mezclado con mineral de grafito, tierra profunda nacida del mar. La salinidad y acidez (en el tacto en boca) de este vino impresionan. Guindas como aderezo. Capricho de Merenzao es, para mi gusto, el mejor vino, el más personal, que hace Dominique Roujou de Boubée. Siempre me ha gustado mucho pero puede que este 2010 sea el más sugerente y elegante de todos ellos. Ganará, sin duda, con unos años en botella.
Para una visión complementaria de este vino, reciente: aquí.
Apostilla primera. Dominique no ha podido publicar el comentario que deseaba en el blog. Problemas técnicos. Con su permiso, publico ahora el mail que me mandó. Es este:
Joan,
he intentado de todas las maneras y no soy capaz de publicar un mensaje en tu blog.
No sé lo que pasa y no se me ocurre otra cosa.
Eso es lo que quería decirte:"
Muchas gracias Joan por tus palabras.
Me alegra MUCHO que te haya gustado el vino.
Me es totalmente imposible decir si es el vino más personal que hago o no. Siento todos los vinos que "hago" (en realidad, no hago ninguno, tengo fantásticos equipos en cada bodega que son los verdaderos artistas) como míos, desde Marqués de Valdueza en Extremadura (aunque sea una zona difícil y variedades foráneas, también procuramos hacer lo mejor posible y expresar un terroir) hasta Bodegas Los Frailes en Valencia (estoy muy contento con el nuevo vino que hicimos en 2011 un 100% Monastrell llamado 1771 que te debería de gustar también), pasando por mi colaboración con Franck Massard en Priorat, Montsant y Terra Alta, sin hablar evidentemente de nuestro proyecto de cual nacen "ALMA" y "AUDACIA". Y hay otras pequeñas cosas por venir!
El día que vuelvas por tierras gallegas tendré cosas por hacerte descubrir ;-)
Pongo el mismo empeño y la misma pasión en todos los vinos, por eso los siento todos como personales.
Una precisión, solo en 2009 pusimos un pizca de brancellao, sousón y mencía con la merenzao. Los 2007, 2008 y 2010 (como el futuro 2012) son 100% Merenzao. Pero es verdad que la información en la web de la bodega (para el merenzao 2010) no está actualizada y es errónea.
Donde coincido plenamente contigo es acerca de la versatilidad de este vino (y los tintos gallegos en general) en la mesa. Es muy interesante también con atún, sobre todo si está crudo o marinado. Realza el punto marino del pescado :P "
También me hubiera gustado contestar a Andrés y Noemí. Su experiencia es perfectamente normal y básicamente debida al gran carácter reductor de esta variedad y la forma de elaboración de entonces.
Otro día será ...
Un abrazo,
Dominique ROUJOU DE BOUBEE
Twitter droujoudb
Queridos Andrés y Noemí,
no sois los únicos en haber tenido esta experiencia y vuestro relato ilustra perfectamente la personalidad de esta variedad.
Me explico. Empezamos en la bodega a elaborar un 100% Merenzao en el 2007. No teníamos experiencia con esta variedad. Es muy antigua en la Ribeira Sacra, prefiloxérica. Hay textos de Casares de 1843 haciendo referencia a esta variedad que llamaba Carnaz. Tuve la gran sorpresa a descubrirla que no era otra que la poca conocida Trousseau del viñedo del Jura en los Alpes franceses. Y como es una variedad caprichosa, difícil de cultivar y con poca producción, casi se extinguió. En Ponte da Boga, teníamos la suerte de contar con una pequeña parcela de 1860 cepas de Merenzao que se plantó en 1999.
En enero del 2008, este merenzao 2007 con maloláctica recién acabada olía a gloria. Era pura cesta de fruta y ramo de flores, muy delicado, fresco y fragante. El vino se encontraba en depósito de inox y decidimos criarlo ahí, sin trasegarlo para mantenerlo lo más puro posible y no marchitar la personalidad de este vino. 10 meses más tarde, en septiembre del 2008, lo embotellamos. El vino estaba muy bueno. Pero al cabo de algunas semanas, empezó a reducirse en botella de una manera que nunca había visto. Entendimos a posteriori que la Merenzao era una variedad muy reductiva. Significa que necesita aire. Ahora, después de casi 5 años de botella, el 2007 está muy bien pero aún necesita una enérgica decantación para liberar su personalidad de su reducción inicial.
La viña en 2008 estaba muy guapa y nos dio una uva muy rica. Con la experiencia del 2007, sabíamos que teníamos que hacer una crianza con trasiegos, pero no queríamos utilizar nada de barrica para mantener la singularidad de esta uva (además, no disponíamos de barricas usadas). Y así fue. Cuando se embotelló en septiembre del 2009(fue también un 100% Merenzao) , el vino no sufrió una reducción tan fuerte como el 2007, pero a lo largo de los meses, apareció. Y hoy en día, el vino sigue necesitando una copiosa aireación.
Con el 2009, a disponer de barricas de roble francés usadas (3 años), empezamos a criar el Merenzao de esta manera. Y solucionamos el problema de esta manera.
Ahora, estamos utilizando barricas de entre 3 y 5 años para su crianza. Y también siempre criamos un poco del vino en depósito de inox que al final juntamos con el que se crió en barrica para buscar un equilibrio entre crianza para evitar la reducción y respeto por la personalidad.
Espero que tendréis oportunidad de volver a Ponte da Boga para ver la evolución.
Un saludo,
Dominique ROUJOU DE BOUBEE
asesor en viticultura y enología para Ponte da Boga"
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