
Yo llegué a Tarragona (hablo de la edad adulta) allá por 1986. Me costó adaptarme a los ritmos de la ciudad, encontrar sitios donde sentirme cómodo. Pasé malos ratos, la verdad. Pero estos quedaron atrás y los seis años en que estuve trabajando allí se acabaron convirtiendo en un gran aprendizaje para la "buena vida". Descubrí un determinado ritmo de hacer las cosas, descubrí zonas de vida al aire libre espléndidas, playas hermosas y grandes bares de comidas y restaurantes. De todos los de aquella época, el único que, no sólo se mantiene sino que ha ido lenta pero inexorablemente mejorando, es
El Barquet. La primera vez que fui (
C/ Gasòmetre, 16, telf. 977240023) no era todavía un restaurante como el que véis en la foto: era un bar ilustrado, donde (me lo dió a conocer un estudiante pariente de la familia) uno pactaba un menú y unos platillos y podía cenar en grupo. Allí despedimos más de un curso y allí descubrí el maravilloso, sabroso, único romescu de ternera de la madre de los actuales propietarios.
Fidel y David Solé llevan ahora las riendas del local, ya convertido en amplio restaurante. Fidel atiende con cortesía y discreción la sala y la carta de vinos y espumosos. Me sorprenden algunos comentarios negativos que he leído sobre la atención en la sala porque jamás he tenido en ella una mala experiencia. David agrada a propios y extraños sobre todo con sus arroces y sus puntos de cocción. Miman la cocina marinera de la tierra (aunque el restaurante esté en un lugar tan poco marinero como la calle del Gasómetro) y ofrecen unos arroces, siempre un punto caldosos, extraordinarios: negro con sepia; de verduras (ambos compartiendo plato en la foto), de "espardenyes"...Las otras estrellas de la casa son, para mí, algunos de sus entrantes: los gambots, por ejemplo; los mejillones picantes; las frituras... Abundantes raciones (hay que tenerlo en cuenta a la hora de pedir) servidas a un precio muy razonable, junto con vinos sobre todo de las DOs de Tarragona (hay que dejarse aconsejar por Fidel, que conoce muy bien el asunto), que no cargan en exceso, conforman una oferta muy atractiva en Tarragona ciudad. Les sigo siendo fiel, por supuesto, y siempre que estoy en la ciudad, suelo ir y, si puedo, lo doy a conocer a la gente con la que estoy. Merece la pena.
La foto del local es de Chaschas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Be patient, my friend!