31 d’octubre, 2007

Artilugios del vino: ¿todo inventado?


Si dejamos de lado, tan sólo por un momento, el hecho mismo de la degustación del vino, creo que hay tres grandes ámbitos en los que los enotarados / enochalados / winegeeks, llamémonos como queramos, tenemos mucho campo por correr. Uno de ellos es el de los artilugios (así intento traducir "gadgets") relacionados con la apertura de las botellas: salen "novedades" constantes, la gente patenta sus inventos, etc. Aquí no se ha dicho la última palabra. Un segundo gran ámbito, íntimamente relacionado con el primero, es el de la copería y los decantadores: aquí todos podríamos escribir páginas y páginas con nuestras experiencias, compras, gustos y preferencias y por supuesto, las grandes y pequeñas marcas siguen sacando novedades al mercado. Es un mundo que nos excita especialmente y en el que jamás se dirá la última palabra. Y un tercer campo es el de los artilugios y productos que usan al vino como icono principal de su existencia pero que no tienen una relación directa con él. Hablemos de delantales, hablemos de camisetas, hablemos de imanes para neveras y hablemos, por ejemplo, de lápices electrónicos como el de la foto (By Oenoline). ¿Pensabais que estaba todo inventado en este tercer ámbito? ¡Tampoco! La empresa Bewineconnected (tiene castaña el nombre) ha lanzado al mercado, por 35 euros, esta pequeña fruslería para que, también en el trabajo, de viaje, donde sea que estemos conectados a un ordenador, tengamos siempre presente aquella botella que tantas satisfacciones nos dió...sin comentarios, pero emprendedores del mundo, ya sabéis que, también aquí, sigue habiendo campo por correr.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Be patient, my friend!

Kagami y Rita

Escribo este texto el domingo 12 de mayo de 2019. No sé cuándo lo publicaré (al final, ha sido el 8 de diciembre de 2025, sic) pero quiero d...