08 de gener, 2008

Vinos de supermercado: Lidl


Vaya por delante que, en mi experiencia, ir a Lidl fue una acción mucho más heroica que ir a Mercadona. Durante las fiestas aquello parecía el saqueo de Roma, directamente, y además olía mucho peor (por lo menos, el cercano a casa, C/ Casanova, 77-79) que Mercadona. En cualquier caso, y espoleado por los comentarios de Herr y Encantadísimo a mi entrada sobre las predicciones para 2008, además de por el listado que éste último amablemente volvió a colgar en mi cuaderno, me pareció que podía ser interesante seguir esta encuesta con la que pasa por ser una de las cadenas más baratas de Europa. Al vender y comprar, además, en muchos países, pensé que habría mayor variedad de orígenes en sus vinos. En parte acerté, pero temo que el saqueo había llegado a extremos tales que faltaban ya muchas referencias. Por lo menos, a mí me extrañó que Lidl no tuviera NI un solo vino alemán. De todo lo que detecté, me pareció que lo que tenía más potencial interés era, por una parte, este Muscadet de Sèvre & Maine 2006. Se trata de un vino de "négociant" de Le Pallet que tiene 12% y hay que servir a unos 8ºC. Este es un vino hecho con la variedad "melon de Bourgogne", que suelen tomar los franceses (y nosotros) como ideal compañero del marisco en general, con notas minerales, de flores blancas discretas y de frescor y sabores de los cítricos. Éste, para mí desgracia, no aporta nada de nada: oro pálido, muy poca fruta, cerrado en nariz y en posgusto, algo vegetal y mínima, por no decir, inexistente, mineralidad. Poco volumen en boca y ni tan siquiera el deseable frescor y verdor en un vino de este tipo, de 2006. Sus 1,49 euros son un buen reclamo, sin duda, pero No es un vino que pueda yo recomendar, sea cual su precio.

Del segundo vino, en cambio, ya había advertido el amigo Pingus Vinicus y no puedo más que confirmar sus buenas sensaciones. Se trata de de un monovarietal chileno de Sauvignon blanc, Viajero 2007. Winemaker's selection. Single vineyard. Con fruta procedente del Valle de Colchaga, en Qui, y 13% (servicio sobre los 10ºC), ya a copa parada es una explosión de flores blancas, de tilo y de jazmín (más del primero que del segundo), al que siguen, sobre todo en posgusto, agradables notas de raspadura de limón y más flor blanca, algo marchita. Remata con notas vegetales de hoja de geranio al atardecer. Tiene un color oro muy pálido y una boca casi grasa, opulenta, con volumen pero, al mismo tiempo, una buena acidez que deriva, casi, en atisbos de verdor. Es un vino bastante caro para los estándares en que se mueven los supermercados generalistas, 5,99 euros, pero creo sinceramente, que merece la pena pagarlos. Iba yo también buscando el carmenère que Pingus había probado en Portugal, pero no lo tenían ya en este Lidl. Volveré a por él, que la cuesta de enero lo será para todos, también para quienes amamos el buen vino, al margen de nombres y alcurnias.

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