14 de juliol, 2008

Xemei


Atravesar el Mediterráneo de Venezia ("xemei" significa "gemelos" en veneciano) a Barcelona puede que, hoy, no tenga un gran mérito. Desde el punto de vista técnico, seguro que no. Pero desde el punto de vista humano, el viaje de Mauri y su hermano me suena casi a odiseico: hay que ser valiente y atrevido, hay que tener una visión clara de qué y cómo se quiere hacer algo, y hay que lanzarse al "agua". Si uno tiene la suerte de no toparse con ninguna reina africana ni con ninguna maga encantadara, acaba llegando al destino y se instala. La misión: uno de los mejores restaurantes italianos en Barcelona, Xemei (sin duda, además, el mejor y más fiel veneciano de la ciudad). El objetivo: hacerlo de forma agradable, amable, casi divertida, conservando la pureza de los elementos originales y acompañando con una buena carta de vinos del norte de Italia (Enoteca d'Italia mediante, claro). Le tenía muchas ganas al lugar, la verdad, y la visita de unos queridos amigos sevillanos, nos proporcionó el "pretexto" (si falta hiciera), para acercarnos a Montjuïc y disfrutar de una excelente cena al aire libre.


Mauri escribe a mano cada día su carta (difícil su "caligrafía", aviso) y cada día puede uno encontrar platos nuevos. Algunos de ellos son clásicos: los spaghetti al nero di sepia; los bigoi con salsa veneziana; algún risotto; alguna receta con mejillones; entrantes a base de sardinas; segundos en los que siempre suele haber gallo de San Pedro, remo, hígado a la veneziana; y postres como el tiramisú, la crostata...Las pastas las prepara Mauri y su "lasagna" (casi un mil hojas) es, sencillamente, delirante. Yo me voy a concentrar en lo que comí en esa estupenda noche barcelonesa: al tratarse de una cena, nos decantamos por unos ligeros y sabrosos antipasti. Comimos una ligera, fina y delicada burrata (la antesala de la mozarella) con tomates y unas sabrosísimas sardinas "en salazón" (rezaba la carta): sardinas ligeramente fritas conservadas en ligera vinagreta y con abundante cebolla y perejil. Deliciosas.


Mi segundo consistió en una de las pastas que Mauri prepara cada día, como si de un pastificio se tratara. Los famosos bigoi (bigoli) con salsa veneziana. Se trata de una especie de spaghetti cortos y algo enrevesados, gruesos, que se sirven con un aderezo de anchoas frescas fritas, cebolla y perejil. Fresquísimos, al dente, estupendos. Elegí como vino bastante ideal para acompañar la diversidad de pedidos que había en la mesa el pinot nero básico de Hofstätter (por decir algo, claro está, en comparación con el pinot de pago de la Vigna Sant0'Urbano, el Barthenau, al que hay que dar de comer aparte), el Meczan 2006. Ya sabéis de mi debilidad por los vinos de Martin Foradori...pues bien, este pinot nero, de cepas de la zona de Mazon (DOC Alto Adige), casó de maravilla tanto con las carnes como con las pastas con pescado que se sirvieron. Tomado sobre los 15-16ºC, ofrece un bello color violeta de capa media, con aromas intensos de esa misma flor, con retazos de eucaliptus, con cierto aire (jamás lo había notado) de frescor casi cítrico (corteza de naranja amarga) y en posgusto (una boca sápida y con taninos redondos pero ligeros al mismo tiempo), con aromas de mirto y de cerezas maduras. El primogénito de nuestros amigos, avezado a los alcoholes garraferos de "calidad", supo dar con la clave descriptiva: "sabe a vodka y a alcohol". ¡¡¡le gustó, vaya!!! Bromas aparte, el estupendo pinot nero de Martin Foradori redondeó una gran noche veneciana en Barcelona. Xemei no es un restaurante barato (los entrantes y primeros están sobre los 12-14 euros; los segundos, sobre los 18-20 euros; y los vinos, con un 50% de recargo), pero todo lo que te da merece mucho la pena, recepción y servicio incluídos. Se trata de uno de los puntales que está convirtiendo a Barcelona en uno de los grandes lugares de la cocina italiana fuera de la península itálica.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Be patient, my friend!

Kagami y Rita

Escribo este texto el domingo 12 de mayo de 2019. No sé cuándo lo publicaré (al final, ha sido el 8 de diciembre de 2025, sic) pero quiero d...